¿Cómo escoger un probiótico?

La salud intestinal ha ganado mucha atención en los últimos años, y con razón, porque un equilibrio adecuado en la microbiota intestinal no solo favorece una digestión eficaz, sino que es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo a todos los niveles. Los probióticos, con su capacidad para restaurar y mantener este equilibrio, se han posicionado como aliados esenciales. (C., 2018)

¿Qué son los probióticos?

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, ofrecen beneficios para la salud del huésped. (Guarner, 2017)

¿Cómo actúan los probióticos?

Los probióticos ejercen su acción principal aumentando el número de bacterias beneficiosas en la microbiota, disminuyendo la población de microorganismos potencialmente patógenos. Algunos de los mecanismos que realizan para lograr esto incluyen:

• Digestión del alimento y competencia con los patógenos por los nutrientes
• Modificación del pH local para crear un ambiente local desfavorable para los patógenos
• Producción de bacteriocinas que inhiben el crecimiento de los patógenos
• Inducción de tolerancia a antígenos alimentarios
• Mejora de la función de la barrera intestinal
• Competencia por la adherencia de los patógenos (Guarner, 2017)

Estos son algunos factores que puedes considerar para elegir el mejor producto para ti:

1. Cepa específica:
   Los probióticos se diferencian por género, especie y cepa. Cada una tiene efectos específicos en la salud. Por ejemplo, Lactobacillus y Bifidobacterium son comunes para la salud intestinal. 
2. Unidades formadoras de colonias (UFC):
   Un buen probiótico debe tener una alta concentración de bacterias vivas, generalmente entre cientos de millones y miles de millones de UFC. 
3. Calidad y estabilidad:
   Asegúrate de que el producto sea capaz de sobrevivir al paso por el tracto digestivo y mantener su viabilidad durante el almacenamiento. 
4. Reputación del fabricante:
   Prefiere marcas con respaldo científico y que citen estudios clínicos que demuestren los beneficios del producto. 
5. Estudios clínicos:
   Busca probióticos con estudios que respalden su eficacia en síntomas específicos o beneficios para la salud. 
6. Seguridad:
   El probiótico debe ser seguro para el consumo humano y no causar daño. 
7. Compatibilidad:
   Considera si el probiótico es compatible con tu dieta y condición médica. (Maruy, 2024)

Conclusión 

Seleccionar el probiótico adecuado requiere una evaluación cuidadosa de tus objetivos de salud, la dosis correcta de microorganismos vivos (UFC), la calidad y estabilidad del producto, y su compatibilidad con tu dieta y condición médica. Consultar con un médico te ayudará a tomar una decisión informada, asegurando que el probiótico elegido sea el más beneficioso para ti. (Guarner, 2017)

Al incorporar productos de la familia Yakult en tu rutina diaria, puedes mejorar tanto tu salud digestiva como tu bienestar general de manera significativa.

Referencia 

1. C., C. G. (2018). Probióticos, puesta al día. Revista Cubana de Pediatría, 286-298.
2. Guarner, F. (2017). Probióticos y prebióticos. Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología.
3. Maruy, A. (2024). Anales de Microbiota Probióticos Prebióticos. XV Workshop Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos.